¿A qué le estoy prestando atención en mi vida?
En estos días me he preguntado si me enfoco más en lo positivo o en lo negativo de mi vida. Leyendo el capítulo 5 de Cómo hacer que te pasen cosas buenas de Marian Rojas Estapé, entendí que la inteligencia emocional no se trata de ignorar lo que duele, sino de aprender a reconocerlo y gestionarlo sin que nos domine. La autora explica en este capitulo que cuando entrenamos nuestra mente para identificar y comprender lo que sentimos, dejamos de reaccionar por impulso y empezamos a responder con calma y equilibrio. Ese simple cambio de enfoque puede transformar la forma en que vemos cada situación.
Al reflexionar, me di cuenta de que a veces dejo de lado cosas que podrían ayudarme a crecer: detenerme a escucharme, dar espacio a mis emociones sin juzgarlas, o practicar la empatía de forma consciente. La inteligencia emocional también significa ponerte en el lugar del otro y cuidar la calidad de tus relaciones. No es solo algo “bonito” de tener, es una herramienta práctica para afrontar conflictos, comunicarte mejor y construir vínculos más sanos.
Gracias a esta lectura, desde hoy quiero empezar a nombrar mis emociones, aunque no siempre sean agradables. Voy a darme esos segundos antes de reaccionar para respirar y pensar. También quiero escuchar más y hablar menos, intentando comprender la historia y la emoción detrás de cada persona. Sé que no es un cambio de la noche a la mañana, pero paso a paso puedo entrenar mi mente para enfocarse en lo que me impulsa a crecer en vez de lo que me detiene.
He comprendido que no se trata de transformar mi vida de un día para otro, sino de dar pequeños pasos con constancia. Cada vez que elijo enfocarme en lo que sí puedo hacer, en lugar de lo que no controlo, gano un poco más de paz. Al final, esos gestos sencillos —escuchar, respirar, agradecer— son los que van moldeando mi forma de pensar y sentir, hasta convertir la inteligencia emocional en una aliada para mi.
Sí, la vida se trata de aceptar todas esas cosas que nos definen, aceptar que debemos tomar pausas para respirar y analizar lo que pasa a nuestro alrededor y también para aplaudirnos cuando logramos uno de nuestros objetivos.
ResponderBorrarAsí que, la invito a que siga conociéndose desde diferentes perspectivas, aceptarse, quererse y valorarse. Un fuerte abrazo.